VAYA DÍA TRISTÓN
Nada.
En realidad, pasar lo que se dice pasar, no me pasa nada. Pero estoy tristona. Debe de tener que ver con el síndrome premenstrual (que existe aunque las malas feministas lo nieguen), me me deja el cuerpo loco con la descarga de hormonas a discreción.
Eso y que detesto equivocarme, meter la pata, ser pillada infraganti...Y ha entrado en la tienda una mujer que ha criticado mis muebles, yo los he defendido y ella tenía razón. Nada terrible, ya lo decía yo más arriba. Pero es que tengo esa tendencia absurda a ahogarme en un vaso de agua aunque esté vacío, a implicarme de manera personal en asuntos que no son personales...
Ains. Qué cosa tan tonta.
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