¿Modelos?
Es complicado el tema. Pesan a las chicas que van a desfilar y no aceptan a las que tengan un IMC mínimo. Supongo que por algún sitio habría que empezar y que este es tan... ¿bueno? Como otro cualquiera. Pero no es el óptimo. Antes de escoger una cura, habría que detectar cual es el problema. Y en este caso el problema no es que existan niñas o mujeres demasiado delgadas (Paola Dominguín, Bimba Bosé, etc), sino que haya niñas o mujeres dispuestas a enfermar y que efectivamente enfermen para alcanzar los cánones estéticos que sean. Repito: los que sean. Hay otro problema además: se llama MODELOS a las señoritas que lucen en una pasarela los diseños de los modistos, y a las que posan ante cámaras fotográficas para, de nuevo, lucir el producto de que se trate. Pero dice el Espasa que un modelo es:
Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid:
modelo
1. m. Arquetipo digno de ser imitado que se toma como pauta a seguir:
la Antigüedad clásica se convirtió en el modelo artístico del Renacimiento.
2. Vestido diseñado y confeccionado por un modisto o casa de costura:
presentó los modelos de la próxima temporada.
3. Representación a escala reducida de alguna cosa.
4. Objeto, aparato o construcción realizada conforme a un mismo diseño:
este coche es un modelo de 1942.
5. esc. Figura de barro, yeso o cera que se reproduce en un material más sólido.
6. com. Persona agraciada, encargada de exhibir prendas de vestir o complementos:
quiere ser modelo de alta costura.
7. En arte, persona u objeto que copia el artista:
el cuadro no se parece en nada a la modelo.
¡Sólo la sexta acepción de la palabra se refiere a nuestras modelos! Y esto por evolución del lenguaje. Una evolución poco adecuada, porque ¿de qué son modelos las modelos? ¿Cómo es posible que las mujeres españolas (y hablo de nosotras por pura cercanía geográfica, pero las colombianas o ecuatorianas o nigerianas o chinas o incluso las teutonas lo tienen más difícil) se adapten o pretendan imitar un modelo escuálido, pálido, sin forma? El lenguaje está lleno de trampas y esta es sólo una de ellas. Las personas agraciadas de la acepción sexta se negarían a ser llamadas maniquíes por lo que la palabra sugiere (muñecas, autómatas, etc). Yo me niego a seguir llamándolas modelos porque no lo son. No creo que sus figuras sean dignas de ser imitadas puesto que son figuras feas que sirven al único propósito de realzar la ropa que exhiben. Como siempre, salvo excepciones. Hay maniquíes bellísimas. Claro, que a esas se les reserva la categoría más alta: son supermodelos.
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